EDUCAR BIEN CON IGNACIO AVELLANOSA

jueves, octubre 19, 2006

ALGÚN LÍMITE

SECUENCIA 1
Camino hacia casa y me cruzo con un grupo numeroso de niños que salen del colegio acompañados de sus padres. Una de las madres lleva a un niño de unos cuatro años cogido de la mano. Antes de cruzarnos oigo que la madre le dice: “no, no, ahora no, después de comer”. Imagino que el niño ha pedido alguna chuchería y al poco oigo clara y rotunda su voz: sin mirar a la madre dice: “eres una hija de puta”. Me sorprende la expresión en un niño de esa edad y me vuelvo disimuladamente para observar la continuación de la conversación. No oigo nada más. Ambos continúan de la mano hacia su casa. No puedo ver la cara de la madre y no sé como se ha sentido pero imagino que no muy bien aunque haya disimulado. O quizás está acostumbrada? O le parece una tontería?

SECUENCIA 2
Subo a un autobús que me lleva al trabajo. Es temprano y miro con pena a varios escolares pequeños que, con cara de sueño, tienen que estar a esas horas camino de sus colegios pero pronto la pena se cambia por enfado al ver la invasión desconsiderada de los asientos que hacen los padres para sentar a los niños. Les sientan y ellos no se sientan. Tampoco miran si hay personas más necesitadas de asiento. Simplemente buscan “lo mejor” para sus hijos.

Son dos secuencias de características diferentes que permitirían muchas reflexiones aunque hoy me quede solo con lo que de mala educación implican. Esa idea de los niños como reyes del universo por encima de todo es una forma también de maltrato. Aunque parezca lo contrario. Los niños deben de saber que no tienen derecho a todo sin medida y sin contar con los demás. La cesión que los padres hacemos de los derechos de los otros y de los nuestros propios se vuelve contra los propios niños cuando se educan como si el mundo les perteneciera. El respeto a los demás, comenzando por el respeto a los propios padres es una norma de conducta obligatoria que se debe enseñar desde que los niños comienzan a caminar.


4 Comments:

At 9:38 a. m., Anonymous Anónimo said...

Respecto a la asombrosa primera secuencia, ¿qué´tendría que haber hecho la madre?, pararse y darle una torta, pararse y reprenderle, seguir y esperar a su casa para hacerlo?.

 
At 1:47 p. m., Anonymous Anónimo said...

Es verdad que deberia hacer si ahora los psicologos dicen que los estamos traumatizando si los golpeamos o si les gritamos y lo mejor que debemos hacer es hablar con ellos? y qu debemos explicar aun niño pequeño que mami no es una hija de puta si ellos no saben el significado muchas veces de lo que dicen muchos de nosotros padres de esta nueva generación seguro que hemos recibido mas de una torta por mucho menos. y ya ven no nos hemos traumatizado si no que somos fuertes considerados y respetuosos pero claro ahora ni tan siquiera puedo gritar a mis hijos sin que piensen que soy una histerica.

 
At 4:21 p. m., Anonymous Anónimo said...

si, no debemos gritarles ni golpearlos... no se puede intentar erradicar la mala conducta con otra peor... y es peor sólo por el simple hecho de que un hijo depende de tí para comer, tener abrigo seguro por las noches y sentir seguridad... no se puede pegar ni gritar a los niños, pero eso no significa dejarles hacer lo que quieran. cuando gritas y pegas es que has perdido el control... en qué parte del trayecto? será que ibas muy de prisa?

 
At 2:23 p. m., Blogger Oscar A. Matías said...

Cuando nos encontramos ante este tipo de situaciones, el mejor modo de resolverlas no siempre es fácil. Pero sí es cierto que se puede evitar llegar a ellas, si educamos a nuestros hijos desde pequeños en el respeto.

 

Publicar un comentario

<< Home