EDUCAR BIEN CON IGNACIO AVELLANOSA

martes, marzo 20, 2007

PSICOSOMATICA 1

Frente a cualquier prueba, un examen, una entrevista de trabajo, actuar para los otros, nuestro cuerpo acusa la ansiedad. El corazón late más rápido, las manos sudan, la respiración se agita o el estomago se revuelve. Síntomas todos ellos corporales pero que responden a un sentimiento mental: inquietud, inseguridad, preocupación.

Hablamos de psicosomática cuando el cuerpo manifiesta alguna alteración y el origen de ella está en la mente de la persona. La medicina psicosomática es una parte importante de la medicina porque muchas de las manifestaciones corporales de la enfermedad tienen su origen en la mente. En el caso de los niños este hecho es aún más incontestable: un niño manifiesta un dolor abdominal por las mañanas; se levanta y se queja de dolor, no quiere el desayuno, no tiene apetito y si se le fuerza devuelve lo que come.


Esto es así casi todas las mañanas desde hace dos semanas. Los padres, preocupados, consultan con el pediatra que después de una serie de exploraciones no ve nada patológico. Al final terminan por entender que su hijo está teniendo un conflicto en el colegio con una serie de compañeros que se meten con él. Se habla con el colegio, con los compañeros y con el niño. Se resuelve el problema escolar y los dolores y los vómitos desaparecen como por arte de magia.


Esta historia frecuente es un ejemplo sencillo del mundo psicosomático del niño. Hay mucho más, enfermedades que causan preocupación, preocupaciones que los niños expresan como enfermedades, tratamientos que tienen el efecto secundario de generar ansiedad. Desde los bebés hasta los adolescentes la mente y el cuerpo de los niños son tan inseparables como los sentimientos que las organizan.

Escribe aqui tu comentario

 (0 comentarios)


miércoles, marzo 14, 2007

SALTAR A LA COMBA

Cuando el que esto escribe era pequeño las niñas saltaban a la comba. A los niños nos daba envidia y nos dábamos cuenta de que aquello era muy divertido pero como entonces los roles masculino y femenino estaban tan definidos y eran tan rígidos, nos fastidiábamos y no saltábamos. Cuando lo hacíamos saltábamos patosos adrede para que nadie pudiera decir que éramos “buenos saltadores de comba”.

Sorprendentemente años después ya no son las niñas quienes saltan a la comba. Ahora es un ejercicio de boxeadores. De un “juego de niñas”, dicho además así, con desprecio por los chicos hemos llegado al entrenamiento mejor de los que practican boxeo y siempre se trataba del mismo ejercicio.

La verdad es que saltar a la comba es uno de los mejores ejercicios y sería estupendo que niños y niñas lo practicaran o se pusiera de moda.

- Es un ejercicio aeróbico completísimo en el que se desarrolla la capacidad pulmonar.
- Exige una coordinación de todo el cuerpo que facilita la maduración psicomotriz, importante para los aprendizajes básicos.
- Es un deporte para el que solo se necesita una cuerda y que se puede practicar en cualquier lugar. No hay deporte más barato.
- Permite variedad de participantes, desde la soledad del que no tiene a nadie en un momento dado hasta el grupo numeroso que salta de manera organizada y que se obliga a establecer unas reglas que ayudan a aprender a respetarlas.

Enredados en juegos sofisticados los niños han perdido la posibilidad de los juegos más sencillos que en la historia fueron los únicos juegos posibles. Otros más existen y de ellos hablaré en otro momento.

Escribe aqui tu comentario

 (0 comentarios)


lunes, marzo 05, 2007

APRENDER

El lenguaje es nuestra diferencia. Los humanos tenemos el privilegio de entendernos entre nosotros con un código muy sofisticado que es el lenguaje con el que hablamos de la realidad y además nos permitimos sobrepasarla.

Los niños cuando nacen no tienen lenguaje oral pero sí todas las condiciones para adquirirlo. Nuestro cerebro está programado para ello. El bebé recién nacido e incluso el feto oyen las voces de los humanos que les rodean y con algunos meses comienza a imitar sonidos. Poco a poco los sonidos van teniendo más sentido y las vocalizaciones permiten entender palabras. Con dos años los niños ya tienen un vocabulario que les permite relacionarse con la palabra. En esa época de la vida el cerebro está muy preparado para el aprendizaje del lenguaje, parte del material genético se aplica en esta dirección. Cualquier sonido el niño pequeño es capaz de registrarlo y repetirlo cuando quiere. Cuando pasen algunos años esta facilidad se habrá perdido, podrá aprender un idioma pero carecerá de la capacidad de registrar cualquier sonido. Podrá hablar muy bien un idioma pero se notará el acento extraño. Algunos acentos o se aprenden en la primera infancia o ya no será posible registrarlos.

Cuanto antes los niños puedan oír su segundo idioma-pienso en el inglés que será el de mayor utilidad, pero podría ser cualquier otro- tanto mejor lo pronunciarán después. Todos los niños deberían poder escuchar, entender y casi hablar dos idiomas antes de los cinco años. El tercer

idioma podría quedar para más adelante.

El musical es otro lenguaje que como el verbal se aprende fácilmente en los primeros años de la vida. Idiomas, música, como un aprendizaje más, como jugar, como aprender a vestirse o a usar el ordenador, como mirar un cuento, jugar con las muñecas o abrazar a sus padres. Un aprendizaje que parta de la vida cotidiana, que no sea una exigencia de dos horas dos días por semana como las clases que ya llegarán en su momento.

Escribe aqui tu comentario

 (1 comentarios)